domingo, 9 de septiembre de 2007

Quizás no seamos nunca, ni ricas, ni famosas, quizás nos vayamos a pegar toda la vida entera buscando nuestro santo grial, nuestro bastión, quizás solo hagamos el camino y no encontremos la meta, quizás nuestro premio sea ese, andar el camino y ver lo que en el pasa, quitar la piedra para que pase la siguiente, y dar la mano cuando se necesita, quizás solo seamos luz para quien necesite ver en ese momento, para luego apagarnos y volver a nuestro camino, quizás solo seamos eso, un pequeño gran faro en el océano de la vida, quizás nuestras lagrimas sean lo único que tengamos nuestros, como sustituto de ese amor verdadero, quizás esas lagrimas sean el combustible para el motor de nuestra vida, y solo eso mueva nuestro corazón a ver a otro roto, quizás la historia no se hubiera escrito sin ese latir, tan próximo y profundo como son nuestras palabras, como nuestra mano firme ansiando al que lo necesita para que no se caiga en el abismo del desconsuelo, quizás nunca tendremos paz y por eso buscamos mas y mas en el camino, quizás nuestra meta es esa, solo caminar por el camino para alumbrar a otros, y si es así, bien mereció la pena, porque si es verdad que mi vida esta ausente de triunfo y de amor verdadero ,de caricias al anochecer y al atardecer, que mi cama esta mas vacía que mi alma sin el abrazo de él, bien es verdad, que tengo otros consuelos, otras victorias y otras satisfacciones, y como no soy de nadie, solo del viento y del mar, y a veces, solo a veces, como no tengo tiempo para amar en compañía me doy a mis amigos del alma, y soy feliz con ello, puedo llegar a sus vidas justo en el momento que lo necesitamos, para luego irme, replegar anclas y anclarme otra vez en mí, pero bien mereció la pena, verme feliz en los ojos de otra persona, puede que el verbo amar en soledad y sin compañía no suene igual de bonito ni de alegre que pronunciando por dos que se comparten, bien es cierto todo eso, pero también es cierto ,que sin esa soledad del alma no te hubiera conocido y no me hubiera llenado de ti en este momento, y no digo tu nombre, porque tu nombre somos muchas, somos muchos, todos aquellos que por un motivo u otro, arribo en las costas de nuestro corazón, de tu corazón querida amiga, querido amigo, no soy de nadie para poder ser de ti, no tengo fama ni seré rica ni gloriosa a los ojos de los demás humanos, pero sé que para ti tengo nombre propio, conoces mi identidad y el sonido de mi nombre en tus labios, y cuando por un instante, por un segundo, mi luz alumbra tu camino, en mi cielo particular brillan miles de estrellas, que bañan de luz mi cama vacía de besos y caricias, y cuando tu luz alumbra también mi camino, mi vida se llena de mil soles y alegran mi camino de cascabeles de plata bailando por soleares, y todo esto lo escribo con un millón de cosas por hacer, haciendo un potaje de lentejas y con un montón de angelitos bailando por mis tobillos y haciéndome cosquillas con sus alas, pues cada vez que encuentro un amigo del alma , hacemos fiesta allá arriba y aquí abajo, yo con mis lentejas y ellos con bailes celestiales y dulzones, con aire de mar y baile de sirenas, y si no mi viento que hoy se ha puesto celoso, y me ha dado un pellizco en mi moflete y me dice, no te olvides de mi, Melilla, que ya sabes, que mis manos te arrullan en las noches, y cuando estás triste, el que peina tu pena, con giros y mas giros, con mi peine, con mi voz, y te digo no te preocupes Melilla, que donde quieras que vayas, yo siempre seré el mensajero de tu corazón

Carrizal a 9 de septiembre cuando la dicha y el amor por los que me quieren son mayores que la tristeza de no tenerte.


http://ameliadolores.spaces.live.com/

No hay comentarios: